domingo, enero 21, 2007

La velocidad del tiempo, la incertidumbre del mañana



Hace un mes que no escribía... wow!, a veces el tiempo se nos hace tan eterno, y otras veces pasa sin que nos demos cuenta de su presencia. Me han pasado tantas cosas desde la última vez que escribí, que me cuesta creer que solo haya pasado un mes.
Bueno, decepción tras decepción aprendí que no hay que creer en todo lo que te digan, incluso aun cuando te lo juren, lo bueno es que mi corazón cada vez está más inmune a los sufrimientos, lo que no quiere decir que no duelan, solo que el proceso de cicatrización es más rápido, pero en forma casi inconsecuente, a pesar de que mi corazón ha ganado inmunidad, también a ganado miedo. Han sido muchas decepciones muy seguidas, lo que me hace desconfiar de todo y de todos, “me hace detenerme y pensar si estaré haciendo lo correcto”… no quiero llegar a un punto en donde el miedo sea tal que me limite ha hacer lo que quiero…

Pasando a otro tema, estoy convertida en toda una empresaria, no se si el hecho de ver que solo faltan algunos meses para ser una profesional más que se une al gran grupo de cesantes del país, hace que mis neuronas trabajen a full generando nuevas ideas de trabajo, ya que yo soy de esas personas que no esperan que las oportunidades se paren en la puerta de tu casa, si no que las salgo a buscar o mejor aun las creo yo misma.



Mi más reciente ocurrencia fue hacer masajes en la playa el Laucho, a un precio al alcance de cualquier bolsillo que ande turisteando o los bolsillos locales. La idea causó tal efecto nos hemos hecho famosisimas ( mis amigas y yo), saliendo en chilevisión y el diario la estrella… quien iba a pensarlo… en fin, lo bueno es que la idea resultó, y nos hemos beneficiado tanto nosotras como el turismo de la ciudad.

Ahora a seguir con mi internado, que gracias a Dios va de viento en popa, y a seguir pensando en nuevos proyectos laborales, laborales y laborales....